- Tiene puesta la camisa de la empresa pero se pone en los zapatos del cliente.
- Busca crear relaciones a largo plazo, el proceso de venta no termina con la entrega del producto, por el contrario, inicia otra etapa más del proceso.
- Está pendiente de su cliente y de sus necesidades, le llama o le visita con un presente el día de su cumpleaños.
- Conoce a perfección su producto y cómo le beneficiará a cada cliente.
- La satisfacción del cliente es su máximo anhelo.
El Vendedor:
- Primero yo, después la empresa y de último el cliente.
- Espera con ansias el día de pago de comisiones.
- No recuerda con exactitud si determinada persona le compró alguna vez.
- El único objetivo es lograr la venta a costa de cualquier precio.
- Los clientes lo miran como un enemigo y se quejan de su actitud.
El Tomador de Pedidos:
- Está trabajando en ventas porque no tenía otra opción.
- No sabe la importancia que tienen las ventas para la empresa.
- Cumple fielmente el horario de oficina, ni un minuto más.
- No lleva un registro de sus ventas
- No tiene idea las características y beneficios que tiene el producto que representa.
Cuando ya tienes tiempo en un negocio y tienes una cartera de clientes, ademas de ser asesor te conviertes en tomador de pedidos, por la confianza que te tienen los clientes. Esto es lo que ha mi me ha pasado en la venta de seguros.
ResponderEliminarHola José Ángel, muchas gracias por su comentario. Estoy de acuerdo con usted, sin embargo ya no aplicaría el término "Tomador de Pedidos" ya que usted ha logrado establecer una estrecha relación con su cliente producto de una adecuada asesoría comercial.
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